Un mantenimiento sencillo marca la diferencia entre gasto y confort.
Antes de encender los radiadores a pleno rendimiento, una experta en limpieza propone una rutina rápida que ataja polvo, pelusas y malos olores. El método combina agua caliente y amoníaco, y busca recuperar la eficiencia perdida sin productos caros ni aparatos especiales.
Por qué tus radiadores se llenan de polvo y dejan de rendir
Los radiadores funcionan por convección: el aire caliente asciende, arrastra partículas y, al enfriarse, las deposita en ranuras y aletas. Con el uso, la propia corrosión interna y el óxido retienen más suciedad.
Textiles, pelo de mascotas y los restos finos de la cocina terminan pegándose a las superficies. Esa película actúa como abrigo indeseado, reduce el intercambio de calor y obliga a la caldera a trabajar más tiempo.
Señales de que tu radiador pide limpieza
- Olor a polvo quemado al encender por primera vez.
- Zonas frías en el panel o aletas que no calientan por igual.
- Ruidos tipo burbujeo o gorgoteo al arrancar.
- Manchas grises en la pared sobre el radiador.
- La habitación tarda más en alcanzar la misma temperatura de siempre.
La mezcla de agua caliente y amoníaco: cómo usarla bien
La propuesta de la experta Mamen Martín, conocida por sus consejos de mantenimiento doméstico, se apoya en una dilución sencilla para desprender polvo y grasa incrustada en pocos minutos.
Prepara la estancia: apaga la caldera, deja enfriar el radiador, abre ventanas y protege el suelo con toallas o plásticos.
Materiales necesarios
- Palangana o cubo con 3–4 litros de agua caliente (no hirviendo).
- Amoníaco doméstico perfumado, guantes y, si es posible, gafas de protección.
- Toallas viejas para el suelo y papel absorbente.
- Estropajo atado con una cuerda fina para pasar por las ranuras.
- Paño de microfibra ligeramente humedecido para el acabado.
- Fregona para recoger el exceso.
Paso a paso
Nunca mezcles amoníaco con lejía ni con otros desinfectantes. Ventila bien la habitación durante todo el proceso.
¿Funciona de verdad y cuánto puedes ganar?
Eliminar la capa de polvo y pelusas mejora el intercambio de calor. En viviendas con mucha acumulación, los usuarios reportan mejoras apreciables en la velocidad con la que sube la temperatura. En términos energéticos, la limpieza y el purgado combinados pueden recortar consumos entre un 5% y un 20% según el estado inicial y los hábitos de uso.
El efecto se nota en estancias pequeñas y medianas, donde unos milímetros de suciedad bloquean buena parte del paso de aire entre aletas.
| Método | Tiempo estimado | Suciedad incrustada | Olores | Riesgo |
|---|---|---|---|---|
| Agua caliente + amoníaco (1:20) | 30–45 min por vivienda | Alta eficacia | Reduce olor a polvo | Requiere ventilación |
| Agua y jabón neutro | 40–60 min | Media | Neutro | Bajo |
| Vapor manual | 20–35 min | Media-alta | Neutro | Cuidado con pintura |
Errores frecuentes y riesgos a evitar
- No apliques la mezcla sobre radiadores eléctricos o de aceite enchufados. En esos modelos usa aspirador con boquilla estrecha y paño ligeramente humedecido, con el equipo desconectado.
- No uses agua hirviendo ni limpies con el radiador caliente. Los cambios bruscos de temperatura pueden dañar pintura y juntas.
- Evita mojar paredes y enchufes cercanos. Coloca un plástico vertical si el radiador está muy pegado al tabique.
- Prueba la mezcla en una zona poco visible si la pintura está cuarteada o muy vieja.
- Respeta la dilución. Más producto no limpia mejor y puede irritar ojos y vías respiratorias.
Si no toleras el amoníaco, opta por jabón neutro y agua caliente, o por vinagre diluido al 10% en superficies metálicas bien pintadas.
Más maneras de ganar eficiencia en casa
- Purgado previo: abre la válvula purgadora con una moneda hasta que salga un chorro continuo sin aire y vuelve a cerrar.
- Coloca paneles reflectantes detrás de cada radiador en paredes exteriores para reducir pérdidas.
- Libera espacio: mantén muebles, cortinas y sofás a 30 centímetros para no bloquear el flujo de aire.
- Ajusta el termostato entre 19 y 21 °C y programa franjas horarias según tu rutina.
- Sella rendijas en ventanas y bajo puertas para evitar fugas de calor.
Calendario, tiempo y coste
Realiza la limpieza profunda a principios de otoño y un repaso ligero a mitad de temporada si notas polvo acumulado. Calcula 30 a 45 minutos para un piso con 4 a 6 radiadores. El coste en productos ronda pocos euros y se amortiza rápido con un uso más eficiente de la caldera.
Consejo para personas alérgicas
Usa mascarilla, ventila generosamente y aspira el polvo desprendido con filtro HEPA. Cambia o lava los paños al terminar para no redistribuir ácaros en otras habitaciones.
Si vas a pintar o renovar la instalación, aprovecha para instalar válvulas termostáticas y equilibrar el circuito. Un ajuste correcto reparte el caudal de agua caliente y evita radiadores fríos en estancias alejadas. Con estas medidas, la mezcla de agua caliente y amoníaco se convierte en un paso más dentro de una puesta a punto doméstica eficaz y asequible.









Lo probé en el radiador del salón con la mezcla 1:20 y se notó: calienta más uniforme y sin olor a polvo. Eso sí, usé guantes y ventilé a tope; el amoniaco pica un poco. ¡Gracias por los consejós!