El Reglamento Civil permite a los propietarios arrancar las ramas y las raíces de los árboles y plantas de su vecino en estos casos

El Reglamento Civil permite a los propietarios arrancar las ramas y las raíces de los árboles y plantas de su vecino en estos casos

Un árbol que asoma por encima de la valla, hojas que anegan la terraza, raíces que levantan el suelo del garaje. La escena es más común de lo que parece y, a veces, basta un gesto para que el barrio se encienda. ¿Puede el dueño del patio cortar lo que invade su terreno? Sí, aunque no todo ni de cualquier forma. El Código Civil español traza una línea nítida. Y deja un margen muy claro para actuar.

Las ramas de un naranjo del vecino dibujan sombras irregulares en las baldosas, como si tantearan un territorio ajeno. El propietario mira la valla, vuelve a mirar el suelo: una raíz ha levantado una junta y la puerta del trastero ya no cierra bien. Suena el ladrido de un perro al otro lado, una naranja cae, dos mosquitos revolotean en la cal. Piensa en hablar con el vecino, pero recuerda el cruce de miradas en la última junta. Abre el móvil, busca “ramas del vecino, ley”. Encuentra una respuesta sencilla, casi contundente. La ley dice algo muy claro.

Lo que de verdad permite el Código Civil

En España, el **artículo 592 del Código Civil** dibuja la frontera práctica entre el buen rollo y el conflicto. Si las ramas del árbol del vecino se meten en tu finca, puedes exigir que ese vecino las corte. No tú: él. Y si son las raíces las que se extienden bajo tu suelo, ahí sí: puedes **cortar las raíces por sí mismo** dentro de tu propiedad. No hace falta cruzar la valla ni pedir permiso para esa parte subterránea. La regla es limpia y responde a una idea de sentido común: nadie tiene por qué soportar una invasión vegetal en su casa. *Lo que no se ve también cuenta.*

Todos hemos vivido ese momento en el que una hoja mojada tapa un sumidero y el agua se nos mete en la cocina. En una urbanización de Valencia, a María se le hundió un tramo de césped por la presión de unas raíces ajenas. Hizo fotos, mandó un burofax, y al no recibir respuesta, contrató a un jardinero para cortar las raíces dentro de su linde. El árbol siguió en pie; el problema, no. En otra casa, Daniel pidió por escrito la poda de las ramas que colgaban sobre su piscina. El vecino accedió y, con una poda profesional, bajaron la copa justo hasta el plano vertical de la valla. El verano siguiente, menos hojas en el filtro y menos discusiones en la comunidad.

La lógica legal tiene un matiz. Las ramas son “cosa visible” que pertenece y controla el dueño del árbol; por eso, lo correcto es el **requerimiento previo** para que sea él quien las corte. Las raíces, en cambio, se consideran invasión subterránea: si están en tu suelo, puedes eliminarlas ahí y punto. Hay dos complementos que conviene saber: las distancias de plantación suelen venir en ordenanzas municipales; si no hay norma local, la referencia tradicional es dos metros para árboles de gran porte y medio metro para arbustos. Y una última nota: los frutos que caen de forma natural a tu terreno pasan a ser tuyos, aunque el árbol sea del vecino. Detalles pequeños que evitan guerras largas.

Cómo actuar paso a paso sin hacerte enemigos

Antes de cortar nada, mide. Observa qué invade y dónde: una plomada te ayuda a ver qué ramas cruzan el plano de la valla; una varilla te marca el trazado de la raíz bajo el césped. Haz fotos con fecha. Habla primero en persona, con calma, y propón una fecha para la poda. Si no hay acuerdo, envía un escrito breve y educado (mejor burofax) pidiendo la poda de las ramas en un plazo razonable y advirtiendo que, si las raíces siguen causando daños, las cortarás dentro de tu terreno. Si se trata de un árbol en zona común, lleva el asunto a la junta de propietarios. Y si el árbol está protegido o en vía pública, consulta al ayuntamiento.

Seamos honestos: nadie hace esto todos los días. Por eso se repiten los mismos fallos. Cortar por encima del plano vertical de la linde y meterse en la rama “del otro lado”. Saltar la valla para “arreglar” y acabar generando un problema mayor. Poda agresiva que descompensa el árbol y lo vuelve peligroso con viento. Cero comunicación y ruido a la hora de la siesta. Evita esos tropiezos. Llama a un podador profesional si la copa es alta. Si hay riesgo de daños a una tubería o muro, pide al técnico un informe simple que explique la intervención. Y guarda siempre copias de tu comunicación. El papel calma.

Hay otro consejo que funciona cuando todo parece enredarse: baja el tono.

“El Código Civil es claro: ramas, a requerimiento del vecino; raíces, corte en tu terreno. Lo que se discute casi siempre no es la ley, sino las formas”, resume María López, abogada urbanista.

En casos con tensión, una mediación vecinal a veces evita años de rencor.

  • Checklist rápido: fotos y vídeos con fecha.
  • Medición sencilla: plomada para ramas, marca de linde para raíces.
  • Habla y acuerda por escrito una fecha de poda.
  • Si no hay acuerdo, burofax breve y educado.
  • Para copas altas o árboles protegidos, profesional y permisos.

La frontera invisible que cuida la convivencia

La norma existe para eso: para que no haga falta un campeón del bricolaje ni un litigante en cada casa. Da un margen de acción claro al propietario afectado y, a la vez, protege la integridad del árbol del vecino. En el fondo, cuida el límite más delicado de todos: el de la convivencia. Hoy una rama, mañana una gotera; hoy un ruido, mañana una obra. Cuando asombra una copa y ruge una raíz, conviene preguntarse qué queremos conservar: la sombra del árbol, la línea del suelo, o la paz con la casa de al lado. A veces, cortar una raíz es menos tajante que cortar una relación. Y no es poca cosa.

Point clé Détail Intérêt pour le lecteur
Ramas ajenas El vecino dueño del árbol debe cortarlas a requerimiento Evita errores y conflictos al saber a quién corresponde actuar
Raíces invasoras Puedes cortarlas dentro de tu propiedad sin cruzar la valla Soluciona daños en suelo, tuberías o muros con base legal
Prueba y comunicación Fotos, plazos razonables y burofax si no hay acuerdo Minimiza riesgos legales y acelera una solución práctica

FAQ :

  • ¿Puedo cortar yo mismo las ramas que se meten en mi patio?No. Puedes exigir al dueño del árbol que las corte. Tú solo puedes cortar en tu lado raíces o brotes que invadan tu suelo.
  • ¿Y las raíces que dañan mi suelo o una tubería?Sí puedes cortarlas dentro de tu finca. No entres en la del vecino ni dañes el árbol más allá de lo necesario para frenar la invasión.
  • ¿Qué distancias hay que respetar para plantar?Dependen de la ordenanza municipal. Donde no haya norma local, la referencia tradicional es 2 m para árboles altos y 0,5 m para arbustos.
  • ¿Qué pasa si el árbol está protegido o es de la comunidad?En árboles protegidos, pide permiso municipal y actúa con técnico. En zonas comunes, la comunidad decide en junta y contrata la poda.
  • ¿Y si el vecino se niega a cortar las ramas?Prueba mediación o una reclamación simple. Si sigue el bloqueo, cabe acudir al juzgado con fotografías, requerimientos y, si es preciso, un informe técnico.

1 réflexion sur “El Reglamento Civil permite a los propietarios arrancar las ramas y las raíces de los árboles y plantas de su vecino en estos casos”

  1. Gracias por aterrizar el tema con ejemplos reales. No tenía ni idea de que el art. 592 CC separa ramas (a requerimiento) y raíces (corte en mi terreno). ¿Alguién sabe si, además del burofax, sirve un correo certificado? Y si la ordenanza municipal no dice nada, esos 2 m/0,5 m son solo “costumbre” o tienen fuerza legal? Perdón por tantas preguntas; ya tuve un lio con hojas en el sumidero y no quiero meter la pata otra vez.

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