Chef Javi García: “Mi menú favorito, cuando quiero un plato sencillo en casa, son unos espaguetis blancos con jamón en la ‘airfryer’. Después le añado un aceite de albahaca súper fácil de hacer”

Chef Javi García: “Mi menú favorito, cuando quiero un plato sencillo en casa, son unos espaguetis blancos con jamón en la ‘airfryer’. Después le añado un aceite de albahaca súper fácil de hacer”

¿Qué elige cuando solo busca calma y sabor? Javi García lo tiene claro: unos **espaguetis blancos** con jamón hechos en **airfryer**, y al final un hilo de **aceite de albahaca**. Un gesto mínimo, un antojo que roza lo perfecto. La pregunta, real y directa: ¿por qué algo tan sencillo engancha tanto, y cómo replicarlo sin perder ese momento de alivio?

La ventana de la cocina empañada, el ventilador de la campana apagado por fin, la casa en silencio. Son casi las doce y Javi abre el cajón con la precisión de quien se sabe urbano y doméstico a la vez. Saca la pasta, pone agua a hervir sin aspavientos, y enciende la airfryer como quien enciende una lámpara de mesita. El jamón, finísimo, entra en la cesta. La luz naranja se enciende. Todos hemos vivido ese momento en el que una cena sin discurso nos rescata el día. Javi sonríe. El resto es magia verde.

Hay algo magnético en un plato sin salsa roja, desnudo y luminoso. Los “blancos” de Javi no buscan esconder nada: pasta al dente, jamón crujiente, brillo de aceite, y un perfume de albahaca que abraza sin gritar. Ese minimalismo no es pobreza, es enfoque. El jamón, cuando se seca justo en la **airfryer**, mantiene el carácter y deja un crujido limpio. La pasta, por su parte, se vuelve escenario. Y el aceite verde es el telón que cae despacio. Tres piezas. Un minuto de silencio antes del primer bocado.

La escena se repite en su casa un martes cualquiera. Llega tras un servicio largo, deja las llaves en el cuenco de madera, y marca 180 °C y 3-4 minutos. El jamón entra solo, sin papel. A los dos minutos huele a bodega y a pan viejo crujiente. Él saca una cazuela mediana, cobra 8-9 minutos de reloj para la pasta, y guarda un cucharón de agua turbia como si fuera oro. Seamos honestos: nadie pesa el agua de la pasta todos los días. Y aun así, el gesto de reservar un poco cambia la noche.

Funciona por pura lógica gustativa. La grasa del jamón, al secarse, se vuelve intensa y salina, y al romperla con la mano cae en migas que se adhieren a los espaguetis. El agua rica en almidón emulsiona con el aceite y crea un brillo sedoso que empata texturas. El aceite de albahaca, por su parte, es el golpe aromático que limpia el paladar y abre los hombros. Cocinar el jamón en cesta caliente reduce salpicaduras y olores de sartén. Menos fregadero, más sensación de control. La satisfacción viene sola.

El método cabe en el ancho de una nota en el móvil. Pon una olla con agua abundante y sal. Precalienta la airfryer a 180 °C. Coloca 6-8 lonchas de jamón serrano o ibérico en la cesta, sin amontonarlas, y dale 3 a 4 minutos hasta que esté crujiente. Hierve los espaguetis un minuto menos de lo indicado. Reserva media taza del agua. Vierte un hilo de aceite de oliva en la pasta escurrida y moja con un poco de esa agua para conseguir brillo. Rompe el jamón a mano sobre la pasta. Remata con el aceite de albahaca.

Para el aceite, dos caminos fáciles. El directo: tritura hojas de albahaca con aceite de oliva suave y una pizca de sal, 30 segundos, y deja reposar. El brillante: blanquea la albahaca 10 segundos en agua hirviendo, pásala a hielo, sécala y tritura con aceite. Ese “baño frío” fija el color y suaviza el picor. Si te gusta un guiño cítrico, añade una gota de limón. No necesitas más. *Cena sin pensar.* Y sí, el diente de ajo opcional es eso: opcional.

Los tropiezos habituales son los de siempre. Salar el agua de la pasta sin medir, y el jamón ya aporta bastante. Cocer la pasta de más, porque en el minuto final, cuando la mezclas con el agua y el aceite, sigue cocinándose. Poner el jamón en capas dentro de la cesta, y sale blando. Triturar la albahaca durante minutos eternos, y el calor de la batidora apaga su aroma. Si te agobia el humo en casa, este método te regala limpieza. Y si un día no hay albahaca, no se hunde el mundo: el plato vive igual.

Dice Javi que lo que más le gusta es la tranquilidad que trae este gesto.

“Es mi botón de reset. Llego, pongo agua, enciendo la airfryer y sé que en quince minutos como algo bonito. No necesito hablarle a nadie. Solo escucho el crujido del jamón.”

  • Medidas rápidas: 400 g de espaguetis, 120 g de jamón, 60 ml de aceite, 1 manojo de albahaca.
  • Tiempo total: 14-18 minutos entre agua, jamón y mezcla final.
  • Temperatura de la airfryer: 180 °C; para extra crujiente, 2 minutos adicionales a 160 °C.
  • Extras que suman: pimienta blanca, ralladura de limón, un toque de queso viejo.

Lo bonito de esta receta no es solo la velocidad. Es la discreción con la que mejora un día normal sin pedir atención. Si compartes mesa, la conversación sigue su curso; si comes a solas, te acompaña sin invadir. El aceite verde pide pan. El jamón cruje y suena en la boca como una risa breve. Y los espaguetis, blancos y brillantes, cierran un círculo íntimo. Tal vez mañana cambies la albahaca por menta, o metas guisantes en el agua de la pasta el último minuto. Tal vez cuentes esta fórmula a alguien que llegue tarde. Ahí empieza otra historia.

Point clé Détail Intérêt pour le lecteur
Jamón crujiente en cesta Láminas separadas, 180 °C, 3-4 min Textura limpia y sin salpicaduras
Emulsión rápida Agua de cocción + aceite, fuera del fuego Brillo sedoso sin salsas pesadas
Aceite aromático Albahaca triturada en frío o blanqueada Sabor fresco y color vivo, listo en minutos

FAQ :

  • ¿Puedo hacer toda la receta solo en la airfryer?No. La pasta necesita hervir en agua para quedar al dente. La airfryer se usa para el jamón y, si quieres, para tostar pan rallado o frutos secos.
  • ¿Qué jamón va mejor, serrano o ibérico?Ambos sirven. El ibérico da un punto más graso y aromático; el serrano es más directo y cruje antes. Evita lonchas muy gruesas.
  • ¿Cómo preparo el aceite de albahaca sin que se oxide?Tritura poco tiempo y usa hojas bien secas. Si blanqueas 10 segundos y pasas a hielo, mantienes verde intenso y aroma limpio.
  • ¿Cuánto tardo de verdad un día laboral?Entre 15 y 18 minutos. 8-9 para la pasta, 3-4 para el jamón, 2-3 para mezclar y servir. Con práctica, todo sucede en paralelo.
  • ¿Es un plato equilibrado o muy salado?Sabe potente. Controla la sal del agua, añade verduras rápidas (guisantes, calabacín a cubitos) y equilibra con limón o pimienta blanca.

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