Mercadona retira varios productos de panadería y presenta una nueva receta sin azúcar

Mercadona retira varios productos de panadería y presenta una nueva receta sin azúcar

Un cambio discreto en los lineales de panadería de Mercadona ha encendido el runrún: desaparecen varias piezas dulces y llega una receta nueva sin azúcar. Entre curiosidad y dudas, muchos clientes se preguntan si el sabor seguirá ahí o si toca despedirse de los clásicos.

Una empleada retira una bandeja de napolitanas mientras pega un cartel blanco: “nueva receta sin azúcar”. Un señor frena el carro, la mira, y pregunta si “las de siempre” volverán. Ella encoge los hombros y sonríe con calma, como quien sabe que las costumbres no se cambian en dos pasadas de fregona.

El mostrador, con huecos perfectos entre panes, tiene pinta de despedida. Dos adolescentes calculan con el móvil cuántas calorías ahorran; una madre busca el pan de molde habitual y se lleva el que dice “0 azúcares añadidos”. Alguien comenta que “todo sabe distinto últimamente”. El murmullo deja algo en el aire.

Una intriga suave que hace mirar las etiquetas dos segundos más.

Un giro silencioso en el pasillo más olido del súper

En varios centros, algunos productos de bollería de la casa han ido desapareciendo como quien apaga luces al salir: primero ensaimadas, luego ciertos croissants rellenos, más tarde alguna rosquilla glaseada. En su lugar aparecen panes y bollos con mensajes claros: “sin azúcar”, “sin azúcares añadidos”, “receta reformulada”. No hay sirenas ni grandes anuncios, solo pequeños cambios encadenados que alteran la rutina de la compra.

La pregunta que corre por los pasillos es simple: ¿por qué ahora? La respuesta no cabe en un cartel, y por eso se escucha tanto la palabra prueba. La cadena ajusta, mide, vuelve a hornear y escucha al cliente. Lo que ayer gustaba, hoy necesita otra vuelta.

“No encuentro las napolitanas de siempre”, cuenta Marta, 42 años, que compra para tres y para el café de la tarde. Se lleva un paquete nuevo con sello “sin azúcar” y promete “darle una semana”. En redes, el interés por “recetas sin azúcar” sube cada enero y se queda más alto cada primavera. España come mejor que hace diez años, pero las recomendaciones sobre azúcares libres siguen pisando fuerte. Cuando la enseña con mayor cuota de mercado mueve una bandeja, el eco se oye en miles de desayunos.

El movimiento encaja con una tendencia amplia: reformulaciones para bajar azúcar, sal o grasas, y simplificar listas de ingredientes. No es postureo: hay presión regulatoria, costes que suben y un consumidor más atento. Un pan dulce menos o un relleno distinto significa menos merma, menos quejas por empalago y una etiqueta que respira salud. La innovación abarca hornos, proveedores y logística. El precio también se vigila, porque nada en panadería perdona el bolsillo.

Cómo moverte entre las nuevas etiquetas sin perder el placer

El gesto que funciona empieza en la vista: busca “sin azúcar” y diferencia de “sin azúcares añadidos”. El primero no lleva azúcar como ingrediente; el segundo puede incluir azúcares presentes de forma natural en, por ejemplo, la leche o la fruta. Luego, baja a la tabla: hidratos por 100 g, fibra, y tipo de grasa. Tercera parada, el paladar: tuesta levemente los panes nuevos, deja enfriar dos minutos, y prueba sin prisa.

Si cambias de bollería a opciones sin azúcar, juega con acompañamientos. Yogur natural, fruta madura, un toque de canela o crema de cacahuete realzan sabores sin sumar cucharadas blancas. Seamos honestos: nadie hace eso todos los días. Pero un par de ajustes sencillos, repetidos, acomodan el gusto. Si un producto no te convence el primer día, vuelve a él en otro momento; la memoria de sabor necesita contexto y hambre genuina.

El error común es comparar a ciegas un dulce clásico con la primera mordida de una receta nueva. Dale un uso distinto: en tostada salada, en sándwich templado, en merienda con café corto.

“Nos pedían alternativas con menos azúcar sin sacrificar textura. Hemos reformulado harinas y fermentaciones para que el bocado siga siendo tierno”, explica un técnico de panadería consultado para este reportaje.

Y un pequeño encuadre práctico:

  • Si el envase dice “sin azúcares añadidos”, revisa el total de hidratos.
  • La fibra ayuda a que el bocado se sienta completo.
  • El tostado suave realza aromas que el azúcar solía tapar.
  • Congelar rebanadas y descongelar en tostadora mantiene frescura.

Lo que cambia en tu compra… y en la cocina de casa

Todos hemos vivido ese momento en el que el producto “de siempre” ya no está en su sitio. Ahí nace la oportunidad de ajustar rutinas: menos dulce por la mañana, un pan que aguanta mejor el bocadillo del colegio, meriendas con fruta y un toque crujiente. Mercadona mueve piezas porque hay un nuevo apetito por lo simple, y las baldas responden. La conversación seguirá en redes, en el grupo de familias del cole y en la mesa del domingo. Quien prueba, repite si encuentra equilibrio; quien no, manda un mensaje al buzón de sugerencias. Entre el horno industrial y tu tostadora hay un puente. Y tú decides cómo cruzarlo.

Punto clave Detalle Interés para el lector
Retirada de varias piezas de bollería Desaparecen progresivamente productos dulces clásicos de los lineales Explica por qué “lo de siempre” ya no está y qué alternativas mirar
Nueva receta sin azúcar Panadería reformulada con sellos “sin azúcar” o “sin azúcares añadidos” Orientación rápida para elegir según gusto y objetivos de salud
Cómo adaptarse Lectura de etiquetas, trucos de tostado y combinaciones que suman sabor Soluciones prácticas para que el cambio no se note en el placer

FAQ :

  • question 1¿Qué productos ha retirado Mercadona exactamente? La cadena no publica listas cerradas en tiempo real, pero en varias tiendas han desaparecido ciertas piezas de bollería azucarada y se han introducido opciones sin azúcar o sin azúcares añadidos.
  • question 2¿Las nuevas recetas saben igual que las anteriores? No son idénticas. Al bajar o eliminar azúcar cambian el dulzor y el aroma. El tostado leve y los acompañamientos ayudan a recuperar redondez en boca.
  • question 3¿“Sin azúcar” y “sin azúcares añadidos” es lo mismo? No. “Sin azúcar” indica que no lleva azúcar como ingrediente; “sin azúcares añadidos” permite azúcares presentes de forma natural en ingredientes como la fruta o la leche.
  • question 4¿Suben o bajan los precios con estos cambios? Depende del producto, del coste de materias primas y de la reformulación. La marca suele mantener precios competitivos, ajustando formatos o gramajes cuando hace falta.
  • question 5¿Volverán los clásicos? Algunas retiradas son definitivas y otras temporales. La compañía testea demanda y reformula. Si una receta regresa, suele hacerlo con cambios en composición o tamaño.

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