Te giras a la izquierda, notas el peso del edredón, una idea suelta de la oficina se cuela, te das la vuelta a la derecha, el estómago protesta con un eco mínimo. Tu pareja respira hondo, como si su cuerpo supiera algo que el tuyo todavía negocia, y el perro ocupa tu pierna con la autoridad de quien pertenece al sofá. Todos hemos vivido ese momento en el que el lado de la cama parece decidir por nosotros. Dicen que es costumbre, dicen que es biología. Quizá también diga algo de quién eres.
Lo que revela tu lado favorito
Tu elección entre el lado izquierdo o el lado derecho no es un test de personalidad de revista, aunque sí puede ser un espejo suave de tu historia corporal, tus cenas, tus miedos silenciosos y tus victorias del día, una brújula íntima que apunta hacia donde tu cuerpo se siente más seguro. A veces ese lado es heredado sin querer, el que usaba tu madre para dormirte, el que el colchón te “ofreció” cuando empezaste a convivir, el que alivió una gastritis vieja, y el hábito se quedó como una canción de verano.
Un dato para ubicarlo: más del 60 % de adultos dice dormir habitualmente de lado, según encuestas de sueño europeas, y dentro de ese grupo el 41 % tiene una preferencia clara que casi no cambia a lo largo del año. Conocí a Marta, 36, que jura que del lado derecho su respiración se abre “como una ventana”, y a Luis, 52, que después de una temporada con reflujo pasó al izquierdo y el ardor nocturno se apagó como una vela. No hay pócimas, hay ajustes que se vuelven rutina.
La fisiología deja pistas: dormir del lado izquierdo tiende a reducir el reflujo porque el estómago queda por debajo del esfínter y el ácido no trepa con tanta facilidad, algo que gastroenterólogos repiten cuando el ardor gana la batalla nocturna, mientras que el derecho puede resultar más cómodo en algunas personas con molestias cardiacas por la forma en que el corazón “descansa” en el tórax y se percibe menos el latido. En embarazo, el izquierdo favorece el flujo sanguíneo al útero y los expertos lo recomiendan con almohadas que abracen la barriga y la espalda, y en apnea o ronquidos, cualquier lateral suele ganar frente a quedarse boca arriba.
Cómo ajustar tu postura sin convertirla en obsesión
Si quieres explorar el lado izquierdo para domar el reflujo, prueba un ritual de diez noches con tres apoyos: una almohada entre las rodillas para alinear cadera, otra bajo el brazo superior para que el hombro no colapse y un cojín fino en la zona lumbar que “recuerde” a tu espalda que el giro es suave, y añade una ligera elevación de la cabecera con dos centímetros extra que tranquilizan al esófago. *Dormir es un gesto íntimo y técnico a la vez.*
Si te pasas al derecho por comodidad respiratoria o por una sensibilidad cardiaca, no pelees con tu cuerpo a base de comandos mentales, crea contexto: cena ligera dos horas antes, ventilación que mueva aire sin frío y un lado derecho bien “anidado” con la almohada justa para que el cuello no se venza ni se arqueé. Seamos honestos: nadie hace eso todos los días.
Y si notas que el hombro protesta o el brazo se adormece, escucha antes de forzar, porque el lado no debería doler ni al despertar ni al girarte en la madrugada, y hay detalles pequeños que cambian el mapa del descanso sin heroísmos.
“La postura ideal es la que permite respirar sin esfuerzo, despierta sin dolor y mantiene a raya tus síntomas, no la que alguien impone en abstracto”, explica una psicóloga del sueño a la que consultamos para este reportaje.
- Altura de la almohada: alinea oreja con hombro, sin “romper” el cuello.
- Colchón: firmeza media que sostenga cadera y hombro sin hundirte.
- Brazo inferior: ligeramente hacia delante, no atrapado bajo el cuerpo.
- Cena: ligera si hay reflujo, y lado izquierdo como plan A.
- Si hay apnea o embarazo: consulta y usa cojines en “C”.
Tu lado también habla de tu día
Hay noches en que el lado derecho es un refugio cálido y otras en que el izquierdo se siente como una promesa de digestiones tranquilas, una coreografía sutil entre vísceras, músculos y cabeza que cambia con las estaciones, las discusiones y las rachas de estrés, porque el sueño no es un interruptor sino una conversación que se repite hasta que caes en ella. La ciencia sugiere que la posición lateral favorece la limpieza del cerebro durante la noche, al menos en animales y en primeras señales humanas, y esa escena de girarte buscando “lugar” quizá sea tu cuerpo pidiendo autopista despejada para descansar. No hace falta que te conviertas en policía de tu postura, basta con aprender dos trucos, regalarte un colchón que no te traicione y elegir el lado que mejor negocia con tu presente. Lo demás es escuchar y contarlo al día siguiente con café.
| Punto clave | Detalle | Interés para el lector |
|---|---|---|
| Lado izquierdo | Reduce reflujo, recomendado en embarazo, alinea mejor estómago-esófago | Menos ardor y despertares, postura “tranquila” para digestiones sensibles |
| Lado derecho | Puede sentirse más cómodo si percibes latidos intensos, facilita vaciamiento gástrico | Respiración placentera y descanso si el corazón “late fuerte” al tumbarte |
| Dormir de lado | Mejora ronquidos frente a boca arriba y protege columna con almohadas | Roncar menos, despertares con menos dolor cervical y lumbar |
FAQ :
- ¿Dormir del lado izquierdo siempre es mejor para el reflujo?Para muchas personas sí, porque el estómago queda por debajo del esófago y los ácidos suben menos; si el reflujo es severo o hay hernia hiatal, combina ese lado con elevar la cabecera y consulta para ajustar tratamiento y hábitos de cena.
- ¿Y si ronco o tengo apnea leve?La postura lateral suele reducir ronquidos frente a dormir boca arriba, y no hay diferencia universal entre izquierda y derecha; prueba el lado que te resulte más natural con una almohada que mantenga cuello y mandíbula alineados, y busca evaluación si hay pausas respiratorias.
- Tengo molestias cardiacas, ¿qué lado conviene?Algunas personas con sensibilidad al latido se sienten mejor del lado derecho porque perciben menos el corazón apoyado contra la pared torácica; si hay enfermedad diagnosticada, sigue el plan de tu cardiólogo y prioriza el confort sin dolor ni falta de aire.
- ¿En embarazo siempre al lado izquierdo?El lado izquierdo favorece el flujo sanguíneo hacia el útero y suele recomendarse en el segundo y tercer trimestre; usa cojines para sostener abdomen y espalda y cambia de lado si te mareas o te sientes incómoda, la comodidad segura manda.
- Me duele el hombro al dormir de lado, ¿qué hago?Revisa la altura de la almohada, coloca otra entre las rodillas y evita que el hombro inferior quede “aplastado” bajo el torso; si el dolor persiste, alterna lados, prueba una almohada de abrazo y consulta a un fisio para descartar tendinopatías.









