Con los días más cortos de noviembre, muchas plantas de interior reducen su consumo de agua. Aun así, en cientos de hogares el grifo sigue abierto como si fuese agosto. El viverista y creador de contenidos Álvaro Pedrera, @ypikue, vuelve a agitar el tema con una frase que incomoda a cualquiera que tenga macetas cerca del sofá: “El 90% de las plantas que se mueren es por regarlas demasiado”.
El error que nadie reconoce al regar
La mayoría riega por costumbre, calendario o culpa. El resultado se repite: tiestos encharcados, raíces sin aire y hojas que parecen tristes. Ese gesto extra que parece cariño termina ahogando la vida bajo el sustrato. Pedrera lo resume en su experiencia con productores europeos y su propia tienda: la regadera mata más que la sequía doméstica.
El exceso de agua desplaza el oxígeno del sustrato. Sin oxígeno, la raíz no respira, enferma y deja de alimentar la planta.
Qué pasa dentro de la maceta
Cuando riegas por encima de lo que la planta puede absorber o evaporar, el sustrato se satura. Las raíces pierden acceso al aire, se debilitan y se vuelven vulnerables a hongos como Pythium o Phytophthora. La planta aminora el crecimiento, amarillea y cae en un bucle de estrés. A menos luz, menos transpiración. En noviembre, ese desequilibrio se acelera en pisos con calefacción y poca ventana.
| Situación | Síntomas rápidos | Tacto del sustrato | Acción inmediata |
|---|---|---|---|
| Exceso de riego | Hojas blandas y amarillas, tallos láguidos, posible olor a moho | Frío y húmedo varios días después del último riego | Secar, airear, sanear raíces y replantar en mezcla drenante |
| Falta de riego | Hojas quebradizas, bordes secos, caída rápida de hojas viejas | Seco y ligero, se despega de la maceta | Hidratar con riego pausado o inmersión y ajustar frecuencia |
Cómo lo hace Álvaro Pedrera: protocolo de rescate en casa
Si la base huele a humedad y asoman raíces marrones, toca cirugía sencilla. El método que Pedrera comparte a su comunidad funciona como guía doméstica:
- Saca el cepellón con cuidado y deja que oreé 24 horas en lugar ventilado, sin sol directo.
- Retira todo el sustrato viejo. La mezcla empapada conserva patógenos y retrasa la recuperación.
- Recorta raíces negras, viscosas o vacías por dentro. Desinfecta las tijeras entre cortes.
- Replanta en sustrato nuevo, acorde a la especie, con drenaje real: agujeros libres y capa de mezcla aireada.
- Riega lo justo para asentar el sustrato y no vuelvas a regar hasta que el tercio superior se note seco.
Durante las siguientes semanas, observa el ritmo de la planta y no la agenda. Brotes nuevos significan que las raíces vuelven a trabajar. Si persiste el amarilleo o el tallo cede, revisa el cepellón de nuevo: quizá quedaron zonas dañadas.
Menos agua, más observación. La constancia salva más plantas que cualquier “milagro” en botella.
Prevenir en noviembre de 2025: riega según luz, maceta y sustrato
- Luz manda. A menor luz invernal, riega menos y espacia días. Acerca las plantas a ventanas luminosas.
- Maceta importa. Terracota seca antes que plástico. Si cambias de material, ajusta la frecuencia.
- Mezcla aireada. Añade perlita, corteza o fibra de coco para que el agua circule y el aire entre.
- Plato sin charco. Vacía el sobrante a los diez minutos. La raíz no es acuática.
- Prueba del dedo o del palillo. A 5–7 cm, si sale limpio y seco, toca regar; si sale húmedo, espera.
- Calefacción y corrientes. Calienta el aire, pero el sustrato puede seguir mojado. No te fíes solo del ambiente.
Cinco señales de alerta que puedes ver en 10 segundos
- Hojas amarillas que se caen desde abajo, con limbo blando.
- Tallos oscuros al tacto o que se doblan sin resistencia.
- Moho blanco en superficie o pequeños mosquitos saliendo del tiesto.
- Olor terroso que vira a “dulzón” y desagradable.
- Manchas negras en raíces expuestas cerca de los agujeros de drenaje.
¿Cada cuánto regar? Una regla práctica para no fallar
Olvida el “dos veces por semana”. Pesa la maceta con la mano el día que riegas y memoriza ese peso. Vuelve a regar cuando notes la maceta sensiblemente más ligera. Con suculentas y sansevierias, espera aún más: prosperan con sequías cortas. En ficus, potos y monsteras, apunta a que el tercio superior esté seco antes de volver a la regadera. Si dudas, usa un palillo de madera: si sale húmedo y con sustrato pegado, espera.
Errores aliados del exceso de riego
- Cachepot sin agujeros. El agua atrapada debajo pudre en silencio.
- Regar por calendario. Las plantas no leen agendas; responden a luz y temperatura.
- Sustrato apelmazado. La turba vieja se compacta; renueva la mezcla cada 12–18 meses.
- Macetas sobredimensionadas. Mucho sustrato húmedo alrededor de pocas raíces alarga la humedad peligrosa.
- Riegos cortos y frecuentes. Mejor riegos completos y espaciados que “chorritos” diarios.
El calendario no riega, riega la planta. Mira, toca, pesa y decide.
Lo que no se suele contar cuando corriges el riego
Si ves mosquitos del sustrato, no es casualidad: el encharcamiento les favorece. Deja secar la capa superior, coloca tarjetas amarillas y cambia a riegos profundos y separados. Si la infestación aprieta, cubre la superficie con una capa fina de arena gruesa para cortar el ciclo en la zona donde ponen huevos.
El riego por inmersión funciona bien para raíces dañadas: sumerge la maceta hasta la mitad, deja que burbujee y retira cuando cesen burbujas. Escurre sin plato. Úsalo como herramienta, no como rutina diaria. Cada pocos meses, un riego largo que drene por abajo ayuda a arrastrar sales de fertilizantes que se acumulan y queman puntas.
¿Fertilizantes en invierno? Solo si tu planta sigue creciendo con buena luz. Si la actividad se detiene, pausa el abono y prioriza la estabilidad: luz, temperatura suave y riegos ajustados. Un medidor barato de humedad puede orientar, pero no sustituye tu criterio: combina lectura del aparato con la prueba del peso y la observación de hojas nuevas.
Para quien empieza, tres mezclas base funcionan: suculentas y cactus con 60% mineral (arena lavada, grava fina, perlita), aroides tipo monstera con mezcla aireada a base de corteza y perlita, y “verdes” comunes con un universal mejorado con un 30% de perlita. Mantén esas recetas y la mitad del trabajo estará hecha antes de abrir el grifo.








